En El Salvador todavía se discrimina a las mujeres cuando solicitan trabajo

Históricamente la mujer ha sido discriminada en el trabajo, le pagan menos que al hombre que hace lo mismo que ella, es explotada y a veces hasta acosada sexualmente. Pero esta nota no es sobre la discriminación en el lugar de trabajo, es sobre la discriminación antes de llegar a ese lugar de trabajo. Porque una mujer hasta para entrar a trabajar es discriminada, y eso lo comprobó Gato Encerrado al ir a la segunda feria de trabajo exclusiva para mujeres promovida por el Ministerio de Trabajo.

→Texto y fotos por Ana Campos, Wendy Vázquez y Margarita Rivas

Ana recibió —otra vez— portazo tras portazo en la cara. Recorrió sin éxito poco más de sesenta mesas de empresas que ofrecían al menos 1200 empleos, en varios rubros, en la segunda feria anual del Ministerio de Trabajo que realiza en el marco del día internacional de la mujer bajo el lema "garantizando el empleo decente para la igualdad de género".

Según Nora del Carmen López, directora general de previsión social y empleo, esta feria es parte de otras que se harán en las oficinas departamentales en el trascurso del mes y en donde además están dando formación en derechos laborales para que las mujeres no sean discriminadas. A pesar de eso, Ana sí fue discriminada por las empresas en esta feria.

Ana tiene 22 años de edad y está cursando su cuarto año de la licenciatura en Mercadotecnia. Es inteligente y muy capaz, pero las empresas ni siquiera quisieron recibir su hoja de vida porque Ana anda en silla de ruedas.

—Ana envía su hoja de vida a las empresas, pero cuando la conocen en persona siempre le cierran las puertas por andar en silla de ruedas y explican que los edificios de esas empresas ni siquiera están adecuados a una persona que ande en sillas de ruedas— acota Sonia Romero, madre de Ana.

Sonia tiene 56 años de edad y llegó a la feria de empleos no solo para acompañar a su hija, sino porque la situación económica en su hogar también la obliga a buscar trabajo. Pero Sonia, por su edad, también corrió la misma suerte de Ana ya que no llena el perfil que buscan las empresas.

Madre e hija regresaron desilusionadas a su casa, porque a pesar de que solamente una empresa recibió la hoja de vida de Sonia no es garantía de un empleo. Pues esa empresa recibió miles de hojas de otras mujeres jóvenes y con licenciaturas que buscan desesperadamente un trabajo.

Sonia y Ana Romero

Esas mujeres pueden ser Mariela de Paz, Karen Lemus, Xiomara Montes... que son egresadas de las universidades y que, según comentaron a Gato Encerrado, no han sido contratadas anteriormente porque les hace falta el requisito —que es como regla de oro o filtro para empleadores— de la experiencia mínima de dos años trabajando en un puesto similar al que solicitan. Estas mujeres se han desempeñado en algunos trabajos cuya experiencia no aplica para estas empresas.

—He buscado empleo según mi carrera, que es ciencias jurídicas, pero lastimosamente en las instituciones públicas solo mantienen a jubilados y meten a gente que tenga cuello. En las empresas privadas es muy injusto el salario que ofrecen — exclama Kenia López, una de las tantas mujeres que hace una larga fila para entregar su hoja de vida.

Por su lado, el Ministerio destaca que durante la gestión actual se ha contribuido a colocar entre junio del año 2014 a enero de 2015, 12.423 personas, de las cuales 5.858 son mujeres. Según el Ministerio de Trabajo, para garantizar la legalidad “hemos realizado 21.224 inspecciones, de las cuales se han beneficiado 184.825 mujeres, recuperándose 3.157.044,26 dólares en concepto de multas por incumplimiento a la legislación laboral, del cual, un monto de 376.237 dólares son a favor de mujeres trabajadoras”.

Según datos del Banco Mundial, en El Salvador el empleo hacia las mujeres ha ido aumentando en los últimos cuatro años hasta llegar al 48% de la población femenina contratada. Sin embargo, no es suficiente y tampoco se ha logrado superar la desigualdad entre el salario que recibe una mujer y un hombre que realizan la misma labor. 

Ante este panorama, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social reconoce que en El Salvador “tenemos aún muchos retos y es por ello que en este quinquenio (de la gestión Sánchez Cerén) vamos a contribuir a cerrar la brecha de desigualdad en el salario entre hombres y mujeres y promover la homologación del salario mínimo a nivel urbano rural y con todas las actividades económicas”.